Anima Mundi
- Matías Salomón
- Sep 1, 2021
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Juan Eduardo Cirlot en su «Diccionario de símbolos» escribe: “Las constelaciones, los animales y las plantas, las piedras y los elementos del paisaje fueron los maestros de la humanidad primitiva”. Su interpretación de lo que conformaba su entorno inmediato y los humores de esa naturaleza que habitaba, con sus ciclos y mensajes sutiles ayudaba a los Antiguos a guiarse en su existir y saberse entramadxs en un todo mayor.
Queda claro que lxs humanxs venimos llevando adelante la búsqueda de un orden que nos permita orientarnos en nuestra existencia desde que pisamos este planeta. Ocurre que nuestras técnicas para conocer el mundo han ido cada vez más en contra de esas “intuiciones primitivas”. Nuestras técnicas han cobrado tal protagonismo que hoy son tan sólo eso: un conjunto de abordajes Virgo/Capri de baja calaña (pretenciosamente neutros/escépticos/sistemáticos/científicos) con los que intentamos dar cuenta de nuestros objetos de investigación, marcando un tajante límite entre «nosotros» y «eso» sobre lo que indagamos.
En 2006 Richard Tarnas publicó «Cosmos y Psique», un trabajo monumental en el que propuso para el gran público la tésis sobre la que la Astrología se asienta: la correlación entre los movimientos y ciertos alineamientos de los planetas en el cielo y eventos que les corresponden en la tierra. En este paradigma, sostiene Tarnas, el cosmos que somos y el cosmos en el que vivimos no son (somos) sino la misma cosa. Somos seres consciente de la fuerza que vital que nos anima porque pertenecemos a una matríz viva de sentido encarnado. A un anima mundi.
Recomiendo fuertemente la lectura de este trabajo.

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