La Tercera Dimensión del Mapa Natal
- Matías Salomón
- Oct 9, 2020
- 7 min read
Updated: Aug 20, 2021
El mapa no es el territorio…pero casi
I. Un Mapa Natal (o una Carta Natal, que es lo mismo) es un diagrama del Cielo que muestra sobre una hoja de papel o la pantalla de una computadora la posición de los Planetas de nuestro Sistema Solar de acuerdo a la fecha, hora y lugar de nacimiento de una persona. Como la mayoría de los mapas -estoy pensando en las vistas del Street View de Google como una excepción-, es un modelo 2D de algo que existe en el «mundo real», en 3D (como mínimo). Por lo tanto -atención, lo que sigue es muy obvio-, ese Cielo que muestra la Carta está obligadamente aplanado, como estampado sobre la hoja o la pantalla.
Esta operación de representar el estado del cielo sobre un plano (la eclíptica) facilita la visualización ordenada de los 3 niveles de significado esenciales que estructuran todo Mapa Natal: Signos, Planetas y Casas, y eso es algo de gran valor; pero también tiene como resultado que conectar el Cielo con la información que la Carta reúne parezca imposible, demasiado complejo o totalmente innecesario.
Pero en realidad no es ninguna de esas tres cosas. Para poder visualizar (y comprender) el Cielo al que la Carta alude, el único desafío es recuperar la tercera dimensión que “se pierde” al bajarla al papel, o sea: pasar del modelo bidimensional al tridimensional, y hacer algunas aclaraciones.
Es cierto que uno puede interpretar Mapas Natales sin necesidad de tener en cuenta esta tercera dimensión, pero saberlo nos enriquece como practicantes de Astrología y puede servirnos para tomar dimensión de la brillante lucidez de quienes comenzaron a forjar el paradigma astrológico en el que nos movemos todos los que trabajamos con la Astrología hoy, pleno siglo XXI.
Es pertinente aquí la famosa y honda frase de Alfred Korzybski que no debemos perder de vista: «El mapa no es el territorio», escribió hablando de otras cosas. Es decir, es tan solo un modelo de la realidad, que es mucho más vasta y compleja. Si jamás hubiésemos visto un globo terráqueo y tuviéramos que imaginarnos la Tierra, su forma y su relieve, a partir de un mapa físico-político nos encontraríamos frente a la misma dificultad. Hemos visto montañas, sierras y llanuras: los matices del verde al marrón cobran sentido. Una vez que nos hacemos de ciertas nociones básicas, comprendemos la utilidad de un mapa. Contar con una imagen aproximada de «lo real» permite moverse con mayor confianza y libertad sobre el modelo, que es el que nos convoca cada vez que interpretamos los símbolos de una Carta Natal.
Un Mapa Natal es, en el sentido más estricto, un mapa: una herramienta destinada a asistir a quien lo utilice para que pueda orientarse en una zona desconocida o que no le resulta completamente familiar.
Pero primero lo primero.
Las constelaciones
II. Al observar el cielo nocturno, especialmente si nos encontramos en algún lugar despejado donde tengamos la posibilidad de observarlo en torno nuestro, es relativamente simple percibirlo como una cúpula oscura que nos rodea y en la cual brillan, como sobre un telón, las estrellas y los planetas. Así lo vieron cada noche los hombres y mujeres de la Antigüedad.
Observándolo noche tras noche, algunos dedicados hombres (las mujeres parecen no haber tenido el privilegio de dejar su testimonio) levantaron un fantástico mapa celeste que se ha ido perfeccionando en la medida que la tecnología disponible fue avanzando.
El camino parece haber sido Sumeria-Babilonia-Egipto-Grecia.
En el siglo I D.C., Ptolomeo, bibliotecario en Alejandría, organizó la información con la que contaba la humanidad por entonces y nombró 48 de ellas.
Con el paso del tiempo fueron sumándose otras, hasta casi duplicar el número inicial de constelaciones propuesto por Ptolomeo.
Así, existen a hoy 88 constelaciones oficialmente reconocidas. Y aunque todas ellas reciben denominaciones de animales, objetos o personajes mitológicos, es decir, que en agrupaciones arbitrarias de estrellas se proyectan figuras muy diversas (a la mayoría de las cuales no puede encontrárseles similitud con el nombre que llevan por más empeño que se ponga), cada una es soberana de una porción del cielo que encaja como una pieza de rompecabezas con las aledañas, cubriendo todo el cielo visible. En otras palabras, no es posible incluir más constelaciones de las que existen sin “desarmar” alguna de las que existen.[1]

Las constelaciones solamente con su nombre. (Stellarium)

Las constelaciones con su nombre y las figuras que representan. (Stellarium)
Si en nuestro Hemisferio Sur observamos el cielo mirando hacia el Norte una noche de luna el tiempo suficiente y en detalle, imaginando un arco que tenga dos puntos de contacto con el horizonte terrestre y que la atraviesa por el centro de su circunferencia, podremos reconocer el camino celeste que recorren de este a oeste no solo la Luna sino también el Sol y los planetas de nuestro sistema. Ese recorrido es lo que recibe el nombre de eclíptica.
Acá podemos verla de día, trazada como un arco en el cielo con las constelaciones de fondo:

Aunque es interesante retener este número, la porción de cielo relevante para la astrología es solo una porción de la bóveda celeste: la franja del Cielo que se encuentra 8º por encima y por debajo de la Eclíptica y que contiene las 12 constelaciones del Zodíaco. (Saludos para Ofiuco).
Los planetas, la eclíptica y el Zodíaco
III. Aquellos hombres y mujeres que escrutaban el cielo advirtieron recurrencias, patrones, sincronías y señalaron movimientos de algunos cuerpos que parecían moverse de modo diferente. La palabra planeta tiene una etimología muy interesante y relacionada con esto último: significa «vagabundo» o «errante»; aunque a simple vista el brillo de estrellas y planetas en el cielo es similar, mientras las estrellas permanecen en la posición relativa en que las observamos en el cielo (en astrología se les llama Estrellas Fijas por este motivo), los planetas, moviéndose siempre sobre la eclíptica, van dando la impresión de avanzar (y a veces retroceder) con el correr de los días, como si recorrieran una pista de carreras.
Esta pista tiene como fondo las constelaciones del Zodíaco, el cual el Sol recorre en el término de un año.[2]
Podemos visualizar el Zodíaco en este diseño:

En la imagen podemos ver que cuando decimos que «el Sol está en Leo», nos referimos al fondo de estrellas sobre el cual parece estar transitando, visto desde la Tierra.
Una aclaración fundamental: los Signos y las constelaciones no coinciden sino cada unos ¡26.000 años! Hoy en día hay unos 23º de diferencia entre el Zodíaco Tropical y el Zodíaco Sideral. Algún día podemos hablar de esto con más detalle porque es muy que muy interesante.
El modelo astrológico
IV. Suele causar sorpresa escuchar que la astrología utiliza, y con éxito, un modelo Geocéntrico. Esto espanta a los más cientificistas, que se mortifican en nombre de Galileo, ignorando que el célebre GG era himself un eximio astrólogo. Pero utilizarlo no implica militarlo. Los/as astrólogos/as sabemos igual que ¿todo humano? de S. XXI que los planetas (¿)orbitan alrededor del Sol(?). Es una construcción mental, no una teoría científica, que nos permite representar lo que vemos desde la Tierra.
Hay más todavía. Kepler señaló hace bastante tiempo (año 1609) que la órbita de los planetas no es circular sino elíptica, pero esa es otra de las licencias que los/as astrólogos/as nos tomamos en nuestro esquema. Por su armonía geométrica, nos decantamos hacia el círculo.
La esfera celeste
V. En los párrafos siguientes emplearemos la expresión «esfera celeste». Aclaramos: Celeste, en todas sus apariciones, no alude al color del cielo sino al cielo en sí.
Esa cúpula oscura que pareciera envolver a la Tierra y mencionamos en los párrafos anteriores recibe también el nombre de esfera o bóveda celeste.
Al pensar la bóveda celeste, pierde relevancia el hecho de que las estrellas que pueden verse en el Cielo, por más próximas que parezcan estar una de otra y por semejante que sea la intensidad de su brillo, pueden encontrarse a miles de años luces de distancia.
Según nuestra posición sobre la superficie de la Tierra tendremos en el cielo encima de nosotros distintos sectores de la Esfera Celeste, pero siempre pensaremos que el centro de esta esfera es el lugar desde el cual la observamos. Lo que cuenta es que, vista desde cualquier punto en la Tierra, la esfera celeste parece envolverla y envolvernos.
El mapa natal
VI. Para calcular una Carta Natal necesitamos las coordenadas terrestres del instante de nuestro nacimiento expresadas en cierta latitud y longitud. Debemos setear nuestro GPS natal.
Una vez calculada, ¿qué tenemos en la Carta de lo que surge al mirar el cielo?
El Horizonte (la línea que delimita la porción visible de cielo) en Astrología marca el eje Ascendente/Descendente.
El cruce perpendicular al Horizonte del meridiano del lugar con la Eclíptica, el punto más alto que alcanza el Sol durante el día, nos lo marca el Medio Cielo y el otro cruce entre ambos planos lo señala el Fondo de Cielo.
La esfera armilar
VII. Todo lo dicho lo resume un magnifico artefacto llamado esfera armilar, al cual recomiendo googlear para alocarse, pero dejo en la imagen a continuación. La esfera armilar es también un modelo, pero corre con la ventaja de ser un modelo tridimensional de la perspectiva geocéntrica del Cosmos. La esfera más grande representa la Esfera Celeste mientras que en el centro aparecen el sol y la esfera terrestre.

«El anillo graduado más externo representa el plano del horizonte del lugar, que lleva marcados los cuatro puntos cardinales. El perpendicular a éste, y también graduado, es el círculo meridiano. Asimismo, otros dos anillos hacen las funciones de ecuador celeste (perpendicular al eje Norte-Sur) y de eclíptica o banda zodiacal (relativa al zodiaco), que muestra el recorrido del Sol a lo largo de todo el año. La inclinación entre ambos es de 23,5º, que no es otra que la que presenta el eje de rotación de la esfera terrestre con respecto al plano de su órbita en una perspectiva heliocéntrica. Los trópicos y círculos polares, paralelos a la eclíptica, también se encuentran habitualmente representados.»
Quizás sea hora para los/las astrólogos/as de volver a la esfera armilar para enseñar nuestro modelo en 3D.
Astrología para la vida.
M.S.
16º Libra de 2020
[1] http://www.physics.csbsju.edu/astro/asp/constellation.faq.html [2] No obstante lo dicho, dentro del mundo astrológico, existen astrólogos/as que utilizan el Zodíaco Sideral, como por ejemplo quienes practican Astrología en la India o de la India (Astrología Védica). El que la mayoría de los astrólogos/as occidentales utilizamos recibe el nombre de Zodíaco Tropical.
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